¿Qué soy para ti? ¿Un juguete, una ilusión, un pasatiempo, un entretenimiento, o tal vez soy la sal que le faltaba a tu vida?
¿Qué soy para ti? ¿Esto significa algo? ¿O los sentimientos son una pantalla de humo?
Si no soy nada para ti, quiero pedirte que te vayas y no vuelvas. Que no quiero verte, que no quiero oírte, que no quiero saber. Simplemente desaparece.
Pero en el fondo de mi alma deseo ser algo, deseo haber sido capaz de desenterrar algo en ese destartalado y polvoriento cuarto trastero que tienes por corazón.
Todo se oxida, también el amor si no se usa, y no pareces haberlo usado últimamente. Puede que esté rematadamente equivocada en todas mis teorías y que mañana caiga un meteorito en el centro de alguna ciudad deshabitada, o puede que no lo esté tanto y que el meteorito vaya justo a dar en el centro de gravedad de la iglesia de esa ciudad.
Sé que mi radar no funciona muy bien, pero si te ha encontrado es porque tú querías que te encontrara, porque te has dejado encontrar. No soy la única culpable. Aunque no quiero tacharnos de culpables, porque sería definir la relación como mala, y a mi me hace feliz.
¿Qué soy para ti? No lo sé. Ni siquiera sé por qué tú para mi eres tan importante.
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