Qué magia tan poderosa, he caído en el hechizo.
Prefiero no darle vueltas, que me mareo.
Estoy tan llena de insensatez que reboso,
pero el conjuro ha anulado mis sentidos.
Tantas cosas que decir que no me salen las palabras,
el cuento de nunca acabar o de nunca empezar.
Yo ya no llevo máscaras, necesito ver con calma.
No olvidarme ni un detalle, jugar a matar sin armas.
Tu vida transcurre mientras la miras,
y yo no quiero estar más sentada,
te desafío a que me robes la energía.
Latidos acelerados, penas arrinconadas.
Dulces anhelos, profundas miradas.
No la puedo detener, que siga la magia.
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