¿De cuántas maneras se puede destrozar un corazón y esperar de él que siga latiendo?
Ya no puedo más. Quiero largarme de aquí. Necesito aires nuevos y gente nueva, porque aunque el veneno ya corre por mis venas, siempre es más fácil desintoxicarse cuando la droga no está a tu alcance.
Me enamoré entre mentiras, me creí tus historias que no tenían más objetivo que acabar pisándome. Como todos. Se acabó. Tengo el corazón tan roto que ya ha llegado a su límite. NUNCA MÁS.
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