Hiciste brillar mis ojos como pocos lo han conseguido. Un brillo que yo no pude controlar, pero que tú apagaste a la primera de cambio.
Y ahora vuelves, como si nada hubiera pasado, envolviéndome con tu carisma y tus encantos. Pero antes de perderme tengo que saber...
Explícame por qué debería darte otra oportunidad. Explícame por qué debería creerme tus palabras. Explícame por qué no debo salir corriendo en dirección contraria. Y ya de paso, explícame también por qué no quiero salir corriendo.
Ahora, que los miles de kilómetros son físicos. Ahora, que no puedes verme. ¿Por qué yo, por qué ahora?
Yo quiero que mis ojos brillen de nuevo, pero no sé si mereces que lo hagan por ti. Demuéstrame que te importo, que te importo tanto que harías cualquier cosa por mi. Demuéstramelo y entonces confiaré, dejaré de controlar. Lo prometo.
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