Y por recordar, recuerdo aquella tarde, los nervios, las mariposas, tu sonrisa, tus dedos, tus labios, tu voz, tú y yo fusionados.
Y por recordar, recuerdo lo increíblemente bien que me hacías sentir, y se me olvida cómo cambió todo después.
Y por recordar, tonta de mi, empiezo a echarte de menos otra vez.
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