Vivir contando los días, las horas, los minutos que faltan.
Nunca sentirme satisfecha, siempre con ganas de más.
Anhelar un contacto que parece cercano pero está a muchos kilómetros.
Esperar la nada, necedades imposibles, que no sucederán.
Nieva en mi corazón, y en el suyo. Y solo el calor puede derretir el hielo.
¿Pero cómo templar algo que lleva tanto a la intemperie?
Hace falta paciencia, mucha. Y dejar de pensar.
Continuemos ejercitándonos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario