domingo, 26 de enero de 2014

Creí que nunca acabaría.

Sí, supongo que es el fin de una etapa, porque siento el mismo vacío. Ya no tengo más sonrisas ni más lágrimas para ti, ya no tengo más suspiros ni más anhelos.

Da un poco de pena. Cuando acabaste la etapa por tu cuenta no quise aceptarlo, no estaba preparada, me dolía. Me has hecho  mucho daño, un daño que no voy a olvidar, a pesar de haberte perdonado. Porque no podía no perdonarte. A pesar de todo, te he querido. Mucho. Y cuando estás enamorado, perdonas. Y puede que ya no sienta nada por ti ni sea capaz de imaginarme contigo nunca más (casi casi... ni como amigo), pero te guardaré en alguna parte dentro de mis recuerdos, porque el tiempo que estuviste a mi lado fui feliz.

Y sí, se siente vacío, demasiado... tranquilo ahí dentro. Tal vez debería buscar un entretenimiento, pero es que yo no quiero a nadie, no ahora, no aún.

sábado, 18 de enero de 2014

Una entrada de éstas mías, rara.

De éstas veces en las que eres incapaz de concentrarte porque parece que hubiera algo dentro de ti intentando escapar, y el ruido que hace al golpear las paredes de tu cuerpo de molesta, te impide centrar tu atención en otra cosa que no sea el toc, toc, toc.

De éstas veces en las que los sentimientos se intercambian mágicamente, los pensamientos surten menos efecto que los olores, y darías lo que fuera por tener una cuerda cerca para atarte las manos al objeto fijo más sólido y pesado que encuentres.

Porque a veces ocurre, que aunque creas que no hay química sin física, ambas pueden ir por separado, cada una con sus teoremas, definiciones y leyes universales; porque cuando van por separado te obligan a pensar más, a crear las relaciones entre ambas por ti mismo, a que esa masa inconsistente dentro de tu cabeza a la que haces llamar cerebro crezca un poquito más.

Porque a veces ocurre, que el primer golpe contra el pico de la mesa te hace un chichón, pero cuando se ha curado y no duele se te olvida incluso que te diste un golpe. Porque puede que aprendas a tener algo de cuidado, pero ni aún así puedes evitar darte otro golpe con la misma mesa cuando tienes que pasar a diario cerca de ella. Porque puede que cuando sean dos mil los golpes recibidos y sea posible apreciar la cicatriz, puede que entonces te des cuenta de que lo que debiste haber hecho es tirar la mesa, o bien recubrirla de un material blandito que no te haga daño.

Y si después de todo sigues sin aprender ni comprender, y piensas que lo más interesante que puede ofrecerte la vida es información acerca de la reproducción del caracol de río, entonces, entonces yo ya no sabría que hacer.

Porque hay conexiones que no pueden destruirse, solo hay que averiguar de qué tipo son, y si no son compatibles, desconectar y reconectar de un modo que sí lo sean.

domingo, 12 de enero de 2014

Una mattina - Ludovico Einaudi (cover)



Y una más :) Le tengo un cariño especial a esta canción por varios motivos, pero no sólo Una mattina sino toda la BSO de Intocable me enamoró desde el primer momento.