domingo, 25 de junio de 2017

Remedio y enfermedad

Como palabras atravesándome el pecho como una daga y luego el Fénix que sobre mi derrama sus lágrimas.

Eres el mal y la cura, eres virus y vacuna, eres mi daño y mi felicidad. Eres la antítesis de mi dicha pero eres toda la buena suerte que solo podré soñar.

Eres como una droga de la que no me quiero desintoxicar, me vas consumiendo y derrotando, pero necesito cada día un poco más porque aprender a vivir sin ella cuesta tanto y es difícil de soportar.

Eres la noche y el día, eres sueño y pesadilla, eres el motivo de todos mis desvelos y la causa principal de que sonría.


Y ahora que ya no estás, que no estarás, que te he pedido que te marches… Ahora que ya no sé cómo enfrentarte, que ya no quiero verte, que no quiero hablarte más. Ahora que todo debería evaporarse veloz con el calor del verano, justo ahora… no sé cómo actuar.



sábado, 10 de junio de 2017

Mariposas

Si pudiera adquirir una habilidad imaginaria pediría ser capaz de leer las mentes. Las mentes son un misterio para mí, especialmente las que más interés tengo en conocer.

Como la suya. Es la mente más difícil que conocí nunca. Es una enredadera llena de espinas, si intentas atravesarla por el lugar equivocado te deja el corazón desmadejado. Sin embargo, si tus pies se posan en terreno seguro es capaz de mostrar maravillas de incalculable valor que te hacen pensar que mereció la pena cualquier llaga anterior.

Es una mente confusa, como una nebulosa brillante y llena de color, llama la atención por su aparente belleza externa pero es aún más interesante su interior. Es una mente intrigante, esconde tantos secretos como aguijones, y cada secreto bien vale un corte.

Esa mente… Si tan sólo fuera capaz de entender uno de los pensamientos que la cruzan, consciente o inconsciente, estaría satisfecha. Me ayudaría a seguir adelante.


Y mientras tanto, mariposas, miles de ellas, por todas partes. Isabelinas, monarca, tigre… ¿Puedes escuchar el aleteo? Me rozan la piel y me hacen cosquillas. Y sonrío. Sonrío como nunca antes lo había hecho, es un espectáculo impresionante. Se cuelan entre los pliegues de mi falda, acarician el viento con esa magia tan suya. Me provocan esa sensación, aquella que no puedo nombrar porque sería casi tan peligroso como pronunciar el nombre del viento. Es un nombre aterrador capaz de provocar catástrofes a gran escala. Es curioso como algo tan pequeño puede ser tan hermoso y tan dañino.


Audio: Whatever it takes, Imagine Dragons
Mood: a bit skeptical