lunes, 14 de octubre de 2013

¿Por qué?

Porque cuando pienso en ti solo puedo hacer una cosa: sonreír. Labios curvados inevitablemente en una línea que se parece mucho a la añorada felicidad que tanto había buscado.

Porque me vale con tu sonrisa. Porque es capaz de acallar hasta el pensamiento más negro, porque me calma, porque me inquieta, porque me hipnotiza. Porque me gusta que sonrías incluso más que sonreír yo misma. Porque adoro el sonido de tu risa.

Porque jamás había sido tan sincera sobre algo, sobre alguien. Porque no es solo un joahe, porque tú ya eres algo más que eso. Porque eres demasiado increíble para ser cierto. Porque aún no soy capaz de creer que me hayas elegido a mi.

Te has convertido en indispensable a una velocidad que asusta.Y yo soy muy miedosa. Y tengo miedo. Pero tú me haces dejar de tenerlo. Con tu forma de tratarme, de cuidarme, de preocuparte. Gracias por todo. 

Porque eres mucho mejor de lo que yo jamás habría podido soñar.


No hay comentarios: