miércoles, 26 de marzo de 2014

Necesito soltar algunos pensamientos

No sé cómo desahogarme sin molestar. No puedo parar de darle vueltas a lo mismo. No puedo superarlo. No puedo sonreír. No puedo. No así.

Antes, por lo general, escribir me ayudaba. Pero parece que ni escribir ayuda ya a vaciar mi mente de pensamientos tormentosos.

Por suerte no estoy completamente sola. Pero no solo te perdí a ti, sino a la mayoría de amigos que tenía aquí. Ojalá existieran las máquinas del tiempo. O una máquina capaz de calmar mi impulsividad.

He caído en un agujero del que no sé salir sin ayuda. Y las manos que lo intentan no me alcanzan. No van a poder alcanzarme por más que lo intenten, pero les agradezco el apoyo.

"I tried to go on like I never knew you,
I'm awake but this world is half asleep
I pray for this heart to be unbroken
But without you all I'm going to be is incomplete".

En momentos así más que nunca siento que la música me habla. "You are a piece I can't replace". Y justamente ellos. Ni siquiera he podido disfrutar el sueño como es debido. Porque el sueño se transformó en pesadilla demasiado deprisa.

La desesperación me inunda. ¿Cómo salir de un laberinto subterráneo en el que te tropiezas a cada paso, y caes siempre sobre las mismas heridas? Apenas puedes andar, el cansancio te mata y la oscuridad siempre te dio miedo.

martes, 25 de marzo de 2014

Confusión

Esta mañana cuando me desperté, sonreí por un segundo: mi cerebro me jugó una mala pasada y creía que todo había sido una pesadilla.

Pero no, la pesadilla es mi realidad.

Siento si alguna vez te hice daño. No sé cuánto podré seguir así. Sé que escapar no es la solución pero es la única salida que se me ocurre.

Escapar para siempre. Aunque te quedes clavado dentro de mi como una espina.

Me da miedo hacer algo que pueda empeorarlo. Me da miedo no salir de este estado. Tengo mucho miedo de seguir aquí, porque a duras penas puedo soportarlo.

lunes, 24 de marzo de 2014

What can you do when your good isn't good enough?

No sé afrontar esto, no estaba preparada para algo así. Ni siglos de entrenamiento me habrían preparado.
¿Cómo aceptar perder para siempre a alguien que te importa tantísimo por la mayor de las idioteces?

No lo entiendo, nunca lo entendí. Y sé que somos tan diferentes que el fuego y el agua harían una mejor combinación, pero aún así te quise mucho, y te quiero.

Citando a Julio Cortázar...

"Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser".

Saldrás adelante, me dicen, puedes vivir sin él. Es obvio que puedo vivir sin ti. Para seguir viviendo se necesita muy poco. Pero es mi decisión, yo no quiero vivir sin ti. No soy capaz de imaginarme una vida sin ti en ella, aunque jamás seas para mi.

Y quiero que sepas que todo lo que he hecho desde que te conocí, ya fuera erróneo o acertado, ha sido de corazón, y no guardaba más intención que la de acercarme a ti un poco más. Porque tenerte a kilómetros de distancia me hace tanto daño que no soy capaz de soportarlo. Y que si he sido bruta, borde o estúpida, eran los celos los que hablaban por mi, o lo mucho que te echaba de menos.

Pero sobre todo quiero que sepas que aunque yo sabía que no te importaba ni una décima parte de lo que tú a mi, nunca me habría imaginado que esa parte era tan minúscula e irrelevante en tu vida. Después de lo vivido, cortar los lazos así, no sé si eres un mentiroso o un cobarde.

Y lo peor es que te conozco, con tus defectos, y te quiero así, tal como eres, sin cambios. Pero ya se acabó. Se acabó para siempre. No tengo nada más que perder porque ya lo perdí todo.

martes, 11 de marzo de 2014

Otra carta sin sentido que te escribo y no te envío.

Brutalmente, locamente e irremediablemente...

Tantas veces quise despedirme de ti para siempre,
aunque en realidad no era ese mi deseo.
Mi deseo era esperarte, mi deseo era que volvieses.
Sabía que yo sólo podría estar ahí para ti.

Tantas veces quise decirte que te odiaba,
cuando en realidad solo quería que me abrazaras una vez más.

Tantas veces te insulté, te maldije,
pero era solo la rabia porque me hubieses abandonado.

Y es que desde el instante en que tus ojos encontraron los míos,
no he querido nada más que mirarlos todo el tiempo.
Que me callen tus labios con besos cuando me ponga tonta,
que me calme tu sonrisa cuando crea que no soy capaz,
que me arropen tus brazos si me despierta una pesadilla.

Porque como digo siempre, es obvio que puedo vivir sin ti.
Pero no quiero. Te quiero en mi vida. Te quiero conmigo.

Aunque seas un idiota testarudo.
A pesar de ello estoy loca por ti. Loca de verdad.
Porque, ¿qué mayor locura que querer a alguien
cuando es capaz de destrozarte el corazón por segunda vez?