sábado, 10 de diciembre de 2016

Capítulos por cerrar

¿Por qué hay situaciones, estados o personas que no podemos dejar ir por más que lo intentemos?

¿Qué es lo que los retiene dentro de nosotros?

Sólo es cuestión de tiempo, pero ¿cuánto tiempo se necesita para que deje de importarte algo que te importa?

¿Qué se hace para que desaparezcan los nervios, o el deseo? ¿Para no olvidar lo que no se debe?

Es frustrante saber que algo te hace daño, que sólo te hará daño por más que cambie todo (porque en realidad no cambia, sólo que a ti te parece que sí), y que sigues lanzándote de cabeza una y otra vez. Que no bastan los chichones, quieres la herida abierta, que sangre, que escueza. Porque únicamente cuando escuece eres lo suficientemente fuerte para alejarte por tu propio pie. Sólo entonces recuerdas el sufrimiento que ya soportaste.

Y tienes que parar. pero no sabes. Por algún motivo, lo necesitas. O crees que lo necesitas. Y es ridículo, porque nada volverá a ser como antes. Nunca te volverás a sentir igual.

No hay comentarios: