domingo, 2 de abril de 2017

Última. Lo juro.

Todo está bien aunque nunca hubo nada luego nada está bien ya que el todo que yo creía nunca existió ni existirá.

Yo que juré que no te volvería a dedicar una palabra, aquí estoy escribiéndote una última oda a lo que nunca seremos pero que yo soñaba cada noche. Y soñaré, porque difícil será eliminar de mi inconsciente el recuerdo que dejaste marcado a fuego lento de tus manos sobre mi piel. Te soñaría para siempre si con eso consiguiese tenerte cerca una sola milésima más, como si el soñar bastara para hacer realidad.

Todo estaría bien si pudiésemos ser algo, ser alguien, ser uno, ser el uno del otro. Luego no puede estar bien pues las personas no tienen dueño y menos uno cuyas palabras les importan menos que el viento, que invisible acaricia las pieles y luego desaparece, sigiloso, sin rastro.

No hay comentarios: