jueves, 6 de octubre de 2016

Te echo de menos.

Aunque no te lo merezcas, aunque tú a mi me eches de más. Es inevitable, supongo. Si algún día, por casualidad, llegas aquí (cosa bastante poco probable, no te veo leyendo blogs en internet de forma aleatoria), seguramente descubras rápidamente que te lo dedico a ti. Aunque lo mismo no, porque nunca me prestante tanta atención como parecía. Estoy agotada de ti, y no quiero volver a verte, pero extraño cómo me hacías sentir.


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