Mostrando entradas con la etiqueta perdida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta perdida. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de noviembre de 2016

¿Qué les pasa a los hombres?

Yo vivía feliz en mis trilogías mentales, en las que cada día que lo veía en el gimnasio, entrenando o con algún cliente, yo me imaginaba que acabábamos juntos en algún lugar haciendo "cozitas".

¿Por qué un día este adonis decide venir a conocerme? ¿Por qué? ¿Por qué decide hablarme de su vida, preguntarme por la mía, descender al mundo real? ¿Por qué me pide mi teléfono?

Sobre todo, me pregunto estas cosas porque la realidad es que no está interesado en mi, así que no lo entiendo. Destruye mis maravillosas trilogías mentales y lo precioso que era todo cuando era platónico para ignorarme por completo. Fantástico. Quiero leer el manual de funcionamiento YA.

jueves, 6 de octubre de 2016

Te echo de menos.

Aunque no te lo merezcas, aunque tú a mi me eches de más. Es inevitable, supongo. Si algún día, por casualidad, llegas aquí (cosa bastante poco probable, no te veo leyendo blogs en internet de forma aleatoria), seguramente descubras rápidamente que te lo dedico a ti. Aunque lo mismo no, porque nunca me prestante tanta atención como parecía. Estoy agotada de ti, y no quiero volver a verte, pero extraño cómo me hacías sentir.


viernes, 30 de septiembre de 2016

Las apariencias engañan

Eres lo más parecido a un laberinto sin salida que he conocido en mi vida.

Un día entré, creyendo, ilusa, que eras un precioso jardín lleno de flores, que podría disfrutar del sol y que haría fotos preciosas rodeada de tanto color y alegría.

Disfruté, sin duda, quedé prendada del maravilloso lugar en el que me encontraba, era como mi casa.

Pero un día el cielo se ennegreció, y la belleza se transformó en horror. Como si fuera cosa de magia, de los árboles surgieron enredaderas terminadas en espina, los caminos se estrecharon y a cada paso que daba tropezaba con los desniveles del suelo.

Con el cuerpo y el alma heridos, traté de escapar, de huir de la fatalidad. Pero unas garras invisibles me atrapaban, me impedían resguardarme de la tormenta. Lo intenté con todas mis fuerzas, a veces casi conseguía librarme, pero aquel sitio no me dejaba marcharme.

Y no sé si algún día me dejará.